LA TÉCNICA REVOLUCIONARIA QUE REDEFINE TU EXPRESIÓN.

Conocido principalmente como bótox, la toxina botulínica es el tratamiento estético líder a nivel mundial, diseñado para suavizar líneas de expresión y restaurar una apariencia fresca y rejuvenecida. Ideal para quienes buscan una solución rápida y eficaz contra el envejecimiento visible, sin necesidad de cirugía.

¿PARA QUÉ SIRVE?

ÁREAS CLAVE DONDE MARCA LA DIFERENCIA

Frontal: Suaviza las líneas horizontales que aparecen al levantar las cejas.
Periocular: Reduce las arrugas alrededor de los ojos, conocidas como "patas de gallo".
Nasal: Minimiza las arrugas que rodean las fosas nasales.
Mandibular: Resalta el contorno facial al definir la mandíbula.

ZONAS ADICIONALES PARA UN TOQUE COMPLETO

¿CÓMO SE APLICA?

Este tratamiento es sencillo, no invasivo:

OTROS USOS MÉDICOS:

La toxina botulínica es más que un tratamiento estético, también se utiliza para diversas condiciones médicas:

Bruxismo: Relaja los músculos mandibulares, reduciendo el rechinamiento dental nocturno. Curiosamente, el uso de la toxina botulínica para este fin es efectivo en más del 80% de los casos.
Hiperhidrosis: Controla la sudoración excesiva en axilas, manos y pies. Se estima que alrededor del 3% de la población mundial padece de sudoración excesiva.
Espasticidad: Alivia la rigidez muscular, mejorando la movilidad en trastornos neurológicos. La toxina botulínica se utiliza en estos casos desde los años 90 para tratar condiciones como la parálisis cerebral.
Migrañas crónicas: Disminuye la frecuencia e intensidad de las migrañas. Investigaciones muestran que más del 50% de los pacientes con migraña crónica experimentan mejoras notables con este tratamiento.
Sialorrea: Reduce la producción excesiva de saliva en algunas condiciones médicas. Este tratamiento se ha utilizado exitosamente en pacientes con parálisis cerebral y esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

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